viernes, 27 de julio de 2007

LOS QUE NIEGAN LA HISTORIA

Por Miguel Donayre Pinedo


Hace unos días estuve en Valladolid en la casa donde vivió Miguel de Cervantes ¿Le sonará el nombre de este personaje a algún político iquiteño? Allí en la casa que recoge el espíritu de la época se puede observar la austeridad con que vivía Cervantes mientras escribía el prólogo de su obra cumbre, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”. Me entrometí en su aposento en silencio casi místico, escudriñé la habitación contigua de la hija, la cocina, los cuencos y brasas, su escritorio con aprehensión, casi en labor de forense de película gringa de policías. Quizás sería bueno que el editor y el director de este diario donaran – ya que lo editaron, a los políticos que toman las decisiones en la ciudad unos ejemplares de la obra de Cervantes para situarlos en contexto.

Al visitar la morada del escritor que enalteció y enaltece el uso de la lengua castellana desde el presente volví al pasado como si entrara en una máquina del tiempo, en un interesante flash back, donde la historia, la literatura, aspectos de la vida de esa época, la ciudad me llegaba de golpe y con buen sabor de boca. Aquí los que deciden en la ciudad han hecho un buen uso del valor de la cultura. Algún politólogo decía que uno de los pasos para sembrar política regional o nacional era preciso apelar al uso de los museos y dar significado y relevancia a la cultura local. Es importante para cualquier proyecto aquí el nacionalismo periférico se ha apropiado de esta idea.

Pero, en la selva enmarañada también se embrollan las ideas de los políticos nativos. Hay una actitud consciente de negar el pasado, la historia. Miremos en la ciudad lo que pasa con el centro histórico, es un elogio a la locura y la sin razón. Se demuelen las edificaciones de valor histórico para dar paso a expresiones de la arquitectura hortera, huachafa en complicidad entre los propietarios de esos locales y las autoridades que detentan el poder. No les interesa la historia con mayúscula o minúscula. Para sus adentros dirán, “a la mierda con esas excentricidades del patrimonio cultural y cultura local”, ¿Acaso existe una plaza o centro cultural con el nombre del poeta Germán Lequerica? No, pero sí nombres de militares de guerras perdidas.

Por estos días circula por Internet una carta donde se da a conocer una pésima noticia contra la memoria de la ciudad. En el viejo edificio del Municipio de la Plaza de Armas hay un mural del pintor César Calvo de Araujo y todo hace pensar que este será demolido. ¡Sí demolido! Así solucionamos los problemas apretando el acelerador del poder. Si no observemos los recientes decretos legislativos sobre el derecho fundamental de huelga. Una torpeza digna de regímenes autoritarios aunque también hay que decirlo la democracia peruana tiene muchos matices de autoritarismo y racismo que encaja como anillo al dedo en la conducta de la clase política.

Recuerdo que cuando era niño mi padre, un regionalista fundamentalista, me llevaba al local de la municipalidad y me mostraba con detalles y explicaciones ese mural del pintor Calvo. Todavía retengo en mi retina el mural. Era la llegada de los bergantines a este puerto difunto. Es un mural que pertenece a la historia de la ciudad a pesar que sus autoridades hacen continuamente afanes de borrar como era ésta. No saben los muy torpes que así no hay proyecto político que sobreviva.


Impedir que se destruya el mural es un acto de civismo y un acto de fe con esta ciudad. Todos deberíamos sumarnos en esta lucha por la memoria ¡Debemos recordar, es un derecho! El poder quiere volver amnésicos, deslavazados. Ojalá que no lo consigan en esta ciudad de las últimas cosas.

Artículo: Cortesía del Diario On Line Pro & Contra



ARTE, IGNORANCIA Y POLITICOS



Por: Gino Ceccarelli





Los atentados contra el arte y a la cultura siempre han existido. Ejemplos sobran si revisamos la historia. Quizás los que mas se recuerden son la destrucción de la Biblioteca de Alejandría y el rompimiento de una parte del muro (para construir una puerta!) en el que Leonardo Da Vinci pinto una de las obras mas queridas y conocidas por todos: La Ultima Cena.


Cuando se destruye una obra de arte o un monumento que tiene un valor cultural, el daño que se le hace a una sociedad es mucho mas grande de lo que puedan imaginarse, sobre todo aquellos que se empeñan en destruirla.

En nuestra ciudad se han destruido muchas cosas importantes, ya sea por negligencia, accidente (incendios), ignorancia (sobre todo) y algunas con conocimiento de lo que se hacia.Cuando se destruye algo por ignorancia, sobre todo desde el poder, podemos concluir rápidamente que quienes atentan contra la cultura, primero, no han entendido la importancia y el valor de ella. Segundo, no han tenido la inteligencia o el reflejo de asesorarse de gente competente sobre temas que desconocen y, tercero (quizás lo mas grave), es que a pesar de haber sido advertidos y enterados de la importancia de esa obra (que piensan destruir), lo harán de todas formas, no importa la razón o motivo que les lleva a tomar esa decisión (generalmente aducen “mejoramiento” o “modernidad” para la sociedad).

Ninguna de las ciudades mas hermosas que existen en el planeta serian lo que son si alegremente hubieran destruido su legado histórico y sus representaciones culturales, ejemplos: Roma, París, Toledo, Barcelona, Pekín, Tokio, Petrogrado, Strasburgo, Brujas, Amsterdam, Cartagena, etc, etc. En el Perú tenemos ejemplos como el Cusco, Arequipa y Trujillo, donde sus habitantes y autoridades reaccionaron e hicieron grandes esfuerzos para poner en valor sus monumentos arquitectónicos y sus obras de arte (su identidad).

Ahora, como se le puede pedir sensibilidad artística y que entiendan el valor del arte y la cultura a gente que no entiende (ni le interesa) ni el arte ni la cultura y ostentan el poder en una sociedad? Si uno visita sus hogares, no tienen cuadros, ni libros, mucho menos artesanía regional. Y cuando estos fulanos viajan a otros lugares (sea por turismo o viaje oficial) tampoco visitan museos o tienen la curiosidad de enterarse de por que es bonito y muy visitado esa ciudad o país. Se remiten a tomarse fotos en las calles para mostrar a familiares y amigos o meterse en discotecas y night clubes…

La cultura, cuando esta puesta en valor, cuidada, respetada (por su misma gente), se convierte en un gran foco de interés turístico, además de desarrollar un sentimiento de sano orgullo en sus habitantes. Pero cuando sus autoridades demuestran ignorancia (y no les da vergüenza aducir razones cretinas) y se empeñan en destruir elementos que le dan identidad a su región, en vez de trabajar por la sociedad que los eligió, están colaborando con el atraso, la ignorancia y el desorden.

Como ejemplos en nuestra ciudad tenemos la ausencia de museos dignos. Ninguna autoridad ha puesto interés en crear un gran Museo, a pesar que se les hizo llegar planes y explicarles de la urgente necesidad. Algunos de ellos, por “iniciativa” hicieron verdaderos adefesios y esperpentos como el llamado “museo Amazónico” que es una verdadera vergüenza y un insulto a nuestra cultura, pasando por parques feos, por malecones donde se mezclan estilos y colapsan, las negativas sucesivas de crear galerías (ni siquiera asisten a exposiciones), teatros, teatrines, conchas acústicas incluso parques infantiles (en toda la ciudad existen… 4 !!), no les interesa crear una pinacoteca (tampoco saben lo que es), No existen esculturas al aire libre, no les ha interesado que nuestra ciudad cuente con Escuelas de Teatro, de Cine, mejorar las Escuelas de Arte y Música, etc. Somos una sociedad que no tiene gran cosa que mostrar de su cultura y sus artes en la ciudad. Es decir, le faltamos el respeto a nuestros artistas y a nuestra cultura.

Cada quien tiene su pequeña idea de “lo que debemos hacer”, pero, no creen que esto debe ser materia de expertos? No creen que esa responsabilidad debemos dejarla en manos de expertos, intelectuales y artistas profesionales y no en burócratas a quienes circunstancialmente pusieron como Gerentes de algo? Creen que el actual Alcalde tiene la visión, la preparación y el conocimiento para decidir que hacer sobre estos temas?Necesitamos que nuestras instituciones y empresas inviertan dinero en planes y en ejecutarlos, se trata de nuestro pasado, presente y futuro y, aunque no lo quieran aceptar, es IMPORTANTE.Tenemos gente capaz de elaborar planes o mejorar los ya existentes, pero hay que pagarles (bien) para que trabajen y creen espacios para NUESTRA cultura.

La noticia de lo que esta pasando en Iquitos con el tema de las decisiones municipales respecto a la cultura y las artes, esta recorriendo el Perú (y algunos países) dejando una pésima imagen de lo que somos… y, por supuesto, del alcalde (que elegimos…).

Los burócratas pasan, los artistas quedan, …a pesar de los burócratas (me refiero a los malos).

Nota: Artículo cortesía del Diario de IQT.