lunes, 15 de octubre de 2007

A cinco años de la partida del poeta Germán Lequerica








El siguiente texto fue expresado en el Cementerio General de Iquitos, por el estudioso de las letras Manuel Marticorena Quintanilla, durante el funeral del poeta.

ADIÓS ENTRAÑABLE AMIGO GERMÁN

Por: Mag. LPL Manuel Marticorena Quintanilla

El devenir de nuestras vidas, tal como dijera el poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer: "es apenas el centellear del relámpago". Dentro de esta ley natural, llegamos a la estación de la despedida final de ti, entrañable amigo Germán Lequerica Perea.

La segunda mitad del siglo XX amazónico presenció tu despliegue activo y acucioso, en tus años juveniles, iniciándote en la vida poética y haciendo notar tu presencia en 1952, para llegar a convertirte en el máximo exponente de la poesía amazónica del siglo XX con tu poemario La Búsqueda del Alba, difundido en el contexto de la Primera Jornada del Libro Loretano en 1957, año que marcas la finalización de la poesía tradicional amazónica y das el inicio de la nueva creación poética, adelantándote en varios años a poetas como Javier Heraud que sólo emergen en la década del sesenta. Desde entonces hasta la actualidad Germán, nos marcaste un norte en la creación literaria tanto poética como narrativa y nos llevaste por el camino de la creación moderna.

Tu partida resulta un gran vacío para el desarrollo cultural amazónico sin trabas ni discriminaciones, que venías desplegando a través del Grupo Oruga de Acción Cultural, que habías fundado el 15 de abril de 1985, quedando en la actualidad los integrantes
de este Grupo con el reto de seguir adelante, prosiguiendo con la amplia labor cultural a desplegar.

Este año correspondió a un momento culminante de tu labor literaria, que a pesar de las circunstancias adversas de la vida, lograste difundir a nivel nacional e internacional, a través del Nº 5-6 de la Revista Arteidea del mes de julio, tu máxima creación poética: La Búsqueda del Alba, siendo distribuida en forma gratuita como parte de Arteidea.

De esta manera cierras la vida del hombre, el amigo y el poeta entrañable cuyas inquietudes, desvelos y amistad compartimos en las innumerables actividades desplegadas bajo el Grupo Oruga de Acción Cultural y el apoyo sacrificado de tus hijos, estando en el clímax del adiós con la finalización de tu vida terrenal, para proseguir con la búsqueda del alba dentro de la vida espiritual, retornando al seno de nuestra madre tierra que resulta eterna en el transcurrir infinito de la existencia.

Estamos en el momento culminante de tu existencia humana Germán, al dejarnos físicamente y pasar a la vida espiritual de quienes te conocemos y de todos los lectores que en el futuro te conocerán a través de tus poemas, tus cuentos y tu hermosa novela El viaje de la vida, marcando así un nuevo hito en nuestra existencia humana. Esta concepción nos permite decirte querido Germán, que continuaremos en constante diálogo a través de tus obras literarias.

Iquitos 15 de octubre del 2002




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