lunes, 10 de noviembre de 2008

Padre Joaquín García rompe su silencio y aclara sobre cobro de cheques en Maynas

El Padre Joaquín García, director del CETA, uno de los personajes emblemáticos de la ciudad de Iquitos, ha respondido finalmente a la insinuación que ha dejado flotar en el aire el insólito regidor Homero Llerena, acusado de haber falsificado la firma del sacerdote para cobrar una suma de dinero de la Municipalidad Provincial de Maynas. Aquí el texto integral del comunicado:

Ante las versiones que se han venido virtiendo a lo largo de los últimos días como presidente del xxii festival regional del libro declaro lo siguiente:
1. Que, junto con un equipo de invalorable generosidad, he cumplido durante todos los festivales con la causa cultural de la ciudad y de los pueblos de la región.
2. Que, ante las dificultades puestas por la Municipalidad Provincial de Maynas al no ceder el espacio de la plaza de Armas para la instalación de las casetas para la Feria del Libro, el Comité del citado festival aceptó las condiciones que el Sr. Alcalde impuso a través de la Resolución de Alcaldía N° 661-207-A- MPM de fecha del 31 de julio del año 2007, donde consta la concesión de dos cheques de 5,000 c/u, por un valor total de 10,000 S/. para cubrir los gastos del Pasacalle.
3. El primero de los cheques fue recibido el 31 de julio del mismo año. Después de lo cual el día 2 de agosto presentamos en mesa de partes de la MPM la rendición de cuentas por los 10,000.00 nuevos soles, esperando el segundo cheque, que en el plazo de cuatro meses aún no había sido entregado, habiéndonos enterado que el citado cheque no negociable había sido emitido el mismo 31 de julio y recabado por la misma persona.
4. Consternado por esta acción llamé al Sr. Alcalde, que inmediatamente me envió en moneda corriente la cantidad faltante de 5,000.00 Nuevos Soles, que cubrió los compromisos contraídos por la Municipalidad de acuerdo a la Resolución mencionada. Nos causó extrañeza la forma en la que se nos entregó el dinero, en efectivo sin enviar documento alguno que haga constar la recepción del mismo; sin embargo confiados en la buena intención del Alcalde de cumplir con su compromiso contraído y en el marco de la Resolución correspondiente aceptamos de buena fe que con esta entrega se regularizaba el pago.
5. En abril del 2008 me invitó a cenar el Sr. Homero Llerena donde yo converso
sobre lo que ha sucedido, instándome a firmar un documento que el mencionado ciudadano me presentó donde dejaría constancia de que había recibido el dinero, documento que no firmé. Me causa sorpresa que una conversación privada se haya realizado una grabación.
6. Meses más adelante el Sr. Homero Llerena fue denunciado por la MPM ante la justicia por supuesta falsificación de mi firma y el cobro del cheque no negociable.
7. Estoy en condiciones de rendir la información de lo actuado en las instancias judiciales correspondientes cuando sea requerido para ello.
8. El Comité del XXII Festival Regional del Libro lamenta verse involucrado en actos que afectan su sensibilidad y honorabilidad y reafirma que su único compromiso es promover la cultura y animar el desarrollo de una nueva conciencia en la comunidad amazónica.
Iquitos, 9 de noviembre del 2008
Joaquín García Sánchez
Presidente del Comité del XXII Festival Regional del Libro de Iquitos.

miércoles, 11 de junio de 2008

LOS OJOS DEL MAS ALLA

Por: Juan Saavedra Andaluz

A veces aparecen brillantes en la oscuridad de los bosques amazónicos. Otras veces en los ríos, cerca a las playas o en ellas mismas, flotando hasta la llegada de los primeros rayos del sol.

Los ribereños hablan de ellos como "los ojos del más allá".

Dicen que no son de este mundo y quieren estar a­lejados de todo contacto humano.

Los "ojos del más allá" son del tamaño aparente de la luna llena.

Son esferas brillantes, de luz blanca intensa que visto de otro modo, sugieren una alta concentración de energía.

Vi esto por primera vez en abril de 1,965. El esce­nario fue una playa central (Chaupi Playa) en el río Na­po.

Serían las 6.30 de la tarde cuando observé la esfe­ra blanca en la playa. Calculando por la distancia que es­taría suspendida a unos tres metros de altura.

Una noche fui invitado a la casa del gobernador del caserío. Conversamos distintos asuntos hasta que nueva­mente hizo su aparición la esfera luminosa. Le hice en­tonces una pregunta directa: ¿qué es esa esfera que bri­lla en la playa?.

Mi ocasional interlocutor sólo atinó a decirme de manera parca y hasta con un poco de mal humor: "No se meta en eso. Pertenecen a otro mundo".

Me sorprendió la respuesta. Conozco algo a los ribereños y sé que cosas del otro mundo llaman a los espíritus, fantasmas y esas cosas. ¿Fantasmas redondos y luminosos? No tenía sentido.

Durante mucho tiempo yo escuché historias so­bre luces extrañas que aparecen en la selva, en la orilla de los ríos. Los ribereños son testigos de estos fenó­menos, pero les otorgan poca importancia. Casi nun­ca es materia de conversación familiar o de amigos.

Como insistí en saber algo más sobre estas esfe­ras brillantes, solicité al gobernador que me proporcionara un bote motor para ir a la playa.

El gobernador me miró extrañado y dijo: "Le aconsejo que no vaya. Puede no regresar".

Creo que finalmente la actitud del gobernador me infundió temor, pues ya no insistí sobre el asunto.

Mi permanencia en el río Napo se prolongó por es­pacio de cinco meses. Me movía con cierta periodicidad de un caserío a otro trabajando material periodís­tico para un diario. Y en distintos lugares, siempre al comenzar lar noche, pude observar este fenómeno. A veces estaban allí dos o tres esferas brillantes. Pi­có mi curiosidad el hecho de que todos los ribereños asumían la misma actitud frente al fenómeno: nadie quería acercársele ni nada por el estilo.

De tanto preguntar a uno y otro ribereño, re­cibí algunas contestaciones poco claras, como estas: "Esas esferas son ojos que nos observan desde puntos distintos, pero sólo en determinados meses del año. Especialmente aparecen en verano. En invierno (período de lluvias en la Amazonía) se los ve muy rara vez".

Y otro me dijo algo más sorprendente :"Tienen vida. Esos ojos brillantes hablan. Cuando los viajeros pa­san muy cerca de la playa y paran por un momento, es­cuchan voces extrañas que no se entiende".

"Estos ojos no son de este mundo".

Pero, ¿de qué mundo son y qué hacen aquí? ¿Ojos del más allá, autómatas que espían largas temporadas sin ser molestados? ¿Energía cósmica concentrada? ¿Espe­jismos o alguna forma de vida desconocida? Puede ser cualquiera de estas cosas o algo distinto. Lo real es que nadie ha intentado acercarse a estos "ojos" y ver de cer­ca de qué están hechos.

De momento, sólo nos deja la impresión de que es­tamos constantemente vigilados. La ubicación que to­man puede ser estratégica y parecen cubrir toda la Ama­zonía.

No existen referencias de que estos "ojos" hayan hostilizado a alguien. Aparentemente no hacen bien ni mal. Están allí solitarios e indiferentes.

Lo curioso de este fenómeno es su falta de movi­miento. Las veces que hice observaciones, en ocasiones muy de cerca, no más allá de un centenar de metros, pude fijarme que permanecen inmóviles.

Hay otro detalle que debe tener una gran impor­tancia: todas las esferas son blancas, de brillo intenso y del mismo tamaño. He observado hasta tres esferas juntas y no logré establecer diferencia alguna.

Este detalle sugiere que son programadas. Si no son formas independientes, tienen que ser necesariamente emitidas por algún medio físico, desde un lugar cercano o lejano, desde la superficie de la tierra o desde el espa­cio.

Nadie ha visto hasta ahora el momento en que hacen su aparición. Cuando de pronto uno mira hacia la playa ya están allí. Sería sumamente interesante tener la oportunidad de ver si la forma se va materializando po­co a poco, de manera progresiva hasta alcanzar el tama­ño aparente que tienen o si se hacen presentes tal como ya fueron observadas.

De ser espejismos u otros fenómenos parecidos, de­bido a cambios de temperatura o simple concentración de energía cósmica, no tendrían el mismo tamaño, la misma forma, el mismo color ni se caracterizarían todas las esferas por su carencia de movimiento.

Concluyendo, podemos decir que el espacio exte­rior en realidad nos es desconocido. De la misma manera que mirando la superficie del mar o del río nadie podría afirmar que los conoce, sucede lo propio con el espacio exterior y hasta con nuestra geografía.

Si estas esferas brillantes u "ojos" del mas allá son realmente emitidas desde algún aparato, bien pueden proceder del fondo del río de cavernas desconocidas o de cualquier otro punto de la Tierra.

Pueden ser los "ojos" del más allá, igual que ojos de aquí mismo.

miércoles, 21 de mayo de 2008

EL SOPLADOR Y EL TIGRE




Por: Germán Lequerica
Ilustraciones: Jarle Mellemstrand

Aquella mañana lluviosa el soplador iba silbando por el monte en busca del mitayo que su Servidora encinta le había perdido como un antojo. Llevaba la cerbatana al hombro y el carcaj de pequeñas flechas atado a la cintura.

Mientras caminaba distraído en medio de la persistente llovizna recordó que su mujer le había dicho: “Si hoy no almuerzo una pava gorda voy a abortar”. Y sin saber por qué sintió un leve mareo y náuseas.

Dejó de silbar. “Creo que a mí también me ésta pegando el embarazo. Si no llevo la pava ella comerá sólo flores silvestres y dirá que no soy un buen Servidor”, se dijo el Soplador y esto le dio fuerzas para subir la empinada loma del camino.

Así la mañana se estaba yendo. La población de animales de monte hacía oír cantos de loros, paujiles,
pinshas, manacaracos, gavilanes y monos. Pero ni una voz de pava. Tal vez porque las nubes no cesaban de llorar desde el cambio de luna, hacía varios días, y las pavas no tenían paraguas con que salir.

En eso, despuecito que la chícua dejó escuchar su grito de alerta, el soplador sintió la presencia del Tigre. Se detuvo en el acto. No estaba nervioso porque él no temía a nadie, para eso era el Soplador, el Sol-del-Centro, el que arde e ilumina toda la selva.

Armó su cerbatana. Giró la cabeza lentamente hacia la izquierda y no vio nada. Giró a la derecha y tampoco nada. Dio media vuelta para mirar atrás, y nada.
Pero el soplador tenía la certeza de que por ahí debía estar el Tigre en acecho, preparando una celada para sorprenderlo, porque de pronto un enorme silencio se había apoderado del monte. Un silencio paralizante y extraño.

Ni un grillito se atrevía a cantar. Los pájaros refugiados en sus nidos apenas asomaban el pico. Las mariposas quietas en las ramas tenían las alas plegadas. Una hormiga miedosa se había quedado inmóvil con una patita levantada. Todo el mundo estaba tenso, ni el aire movía las hojas.

El Soplador se acuclilló a observar el monte palmo a palmo con la pucuna lista para soplar. Así estaba cuando vio que detrás de una aleta de remocaspi se movía como una culebrita el pardinegro rabo del Tigre, justamente por donde él iba
a pasar. “Aja, ahí está”, se dijo el Soplador.

-Señor Tigre - le habló -, sal de tu escondite, quiero verte, ¿Por qué quieres asustarme?

Al verse descubierto, el Tigre saltó al camino y echó un rugido tan fuerte que debió escucharse en los confines del bosque. Y amenazante dijo:
- Te voy a comer Soplador. Me han dicho que tu carne es bien rica. Así que prepárate para entrar en mi barriga.
Ante tales palabras, el Soplador trató de persuadirlo.

- Abuelo Tigre, tú no puedes comer a tu nieto. En mi maloca jamás comemos Tigres.

- Pero yo quiero probar carne humana -replicó el Tigre-. Así que despídete que te voy a comer.

Y diciendo esto, el Tigre se puso a afilar las garras en las aletas del r
emocaspi. Abría surcos hondos en la blanda corteza del árbol que, soportando el dolor que le causaban las heridas, veía correr su blanca sangre hasta tocar la tierra.

- Si me comes ahora –insistió el Soplador-, ¿Quién le llevará el antojo a mi mujer? ¿Acaso quieres que aborte? Además, ella se quedaría sin su Servidor y sólo comería flores del monte.

El Tigre apretó los colmillos midiendo la distancia que los separaba y lo miró colérico, abriendo los grandes y deslumbrantes ojos dorados. El Soplador advirtió que la cosa iba en serio, y como no quería dar muerte al Tigre, cambió la flecha envenenada por otra sin curare y lo amenazó:

- Si de veras quieres comerme, entonces te voy a soplar.


Y le sopló:

Al ver la flecha en el aire, el Tigre dio zarpazos desesperados para evitar ser herido, pero el virote se clavó en una de sus manos.

- ¡Ay! ¡ay! ¡ayyy...! –Se lamentó el Tigre tratando de huir en tres patas –. Ahora sí ¿quién me va a sacar este virote?

- Que te lo saque Androcles- le dijo el Soplador.
Y dándole las espaldas continuó su camino en busca de la pava, mientras la llovizna seguía cayendo y el monte se inundaba de nuevo de voces y de cantos.

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“En el mito de creación de los Boras, el Soplador es el Hombre, el Sol-del-centro, y la cerbatana (pucuna) su arma principal para la caza, pues él provee la carne (mitayo) de la alimentación familiar, mientras su mujer, a quien denomina su “Servidora”, se dedica a las labores agrícolas. Ella a su vez se refiere a él como a su “Servidor”.
Los Boras, al igual que la mayoría de los grupos nativos Amazónicos, pueden “sentir” la proximidad de la variada fauna silvestre: distinguen a las aves por su canto, huelen a las serpientes, osos y cerdos del monte.
Consideran a los animales de tierra, agua y aire, así como a los árboles y toda la flora, como a sus ancestros desde el inicio de los tiempos, de los que ellos vienen a ser el resultado final de una simbiosis étnica, en la que participan todos los elementos del entorno selvático y al que pueden volver en vidas sucesivas como árbol, tigre, duende, paloma, río, lluvia, pez, trueno o rayo”.


Virginia Roca López, Grupo Oruga de Acción Cultural

jueves, 3 de abril de 2008

¿VIRUS MORTAL EN IQUITOS?


Con relación al publicitado Virus Mortal en Iquitos que según el diario Pro & Contra señala en su edición del 02-Abril-2008, es alerta Mundial, el sub director de la Dirección Regional de Salud, Cristian Carey, confirmó que diversas organizaciones y científicos desarrollan investigaciones en Loreto a fin de dar con la cepa (conjunto de bacterias) de diversas enfermedades, como la efectuada por Joseph Vinetz de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de California San Diego.

Carey sostuvo que no es motivo de alarma este hallazgo de leptospirosis, señaló que el último antecedente de leptospirosis en la región data del año 2004 cuando se registraron algunos casos en la comunidad de los Delfines en la carretera a Nauta. Carey sostuvo que el contagio se produce cuando se tiene contacto con agua contaminada con secreciones de orina y de animales infectados (sobre todo ratas).

El funcionario de la DISA sostuvo que para determinar nuevas cepas se tiene que recurrir a análisis con técnicas de ingeniería genética.

Explicó que existe un riesgo de infección si se está en contacto con secreciones, dijo además que de presentarse la enfermedad en los humanos se puede seguir un tratamiento adecuado.


El funcionario sostuvo que les ha causado extrañeza que la información de este estudio de Vinetz haya sido de conocimiento público cuando aún la Dirección de Salud no ha sido informada.

A propósito, se rumorea en los pasillos que esta noticia habría causado un “extraño y discreto pánico” en “ciertos sectores” de la administración pública en nuestra región. Lo que habría originado la firme reacción de la máxima autoridad regional poniendo las cosas en claro. ¡Por favor!... ¿habráse visto? Humm.

lunes, 21 de enero de 2008

NOS DEJO EL MAESTRO JAIME VASQUEZ IZQUIERDO

Homenaje al Maestro...

Pro y Contra nos da cuenta de la partida de este mundo del Maestro.

Jaime en una de sus varias tertulias en el Cafe Express

Tras varios días de agonía el escritor loretano Jaime Vásquez Izquierdo dejó de existir la madrugada del sábado, a los 72 años, producto de problemas cardiacos y luego que hace algunos 

meses atrás intentara suicidarse ingiriendo abundante pastillas, de la misma que mostraba grandes avances de recuperación, sin embargo según fuentes cercanas señalaron que estaban estaba muy deprimido por algunos problemas personales.


Del mismo modo aseguraron que el escritor se deprimió debido al olvido y abandono total de las autoridades de turno y de la misma casa de estudios que por años lo abrigó, pero que luego se olvidaron por completo, estaba muy ilusionado a concretar algunos proyectos pero que por falta de recursos y financiamiento quedaron sólo en intentos.

Cabe señalar que el escritor loretano se consagró en 1986 con su obra cumbre denominado río Putumayo novela de amor, guerra y crítica social. Posteriormente publicó “cordero de Dios” novela de ficción en donde describe la vida de un Iquitos rural que se convierte en urbano a pasos apresurados, del mismo modo publicó “Kontinente negro”, impresionantes relatos de una conciencia castigada por la angustia vital, entre otras obras por mencionar al igual que las que aun estaba escribiendo.

Jaime Vásquez Izquierdo como escritor ficcionaba historias como también creaba historias subyugantes e incluso experimentaba con su propia biografía y ello se reflejaba en sus narraciones, también construyó su propio lenguaje basado en el fonético español sefardí y amoldaba el castellano a una funcionalidad atractiva.