A veces aparecen brillantes en la oscuridad de los bosques amazónicos. Otras veces en los ríos, cerca a las playas o en ellas mismas, flotando hasta la llegada de los primeros rayos del sol.
Los ribereños hablan de ellos como "los ojos del más allá".
Dicen que no son de este mundo y quieren estar alejados de todo contacto humano.
Los "ojos del más allá" son del tamaño aparente de la luna llena.
Son esferas brillantes, de luz blanca intensa que visto de otro modo, sugieren una alta concentración de energía.
Vi esto por primera vez en abril de 1,965. El escenario fue una playa central (Chaupi Playa) en el río Napo.
Serían las 6.30 de la tarde cuando observé la esfera blanca en la playa. Calculando por la distancia que estaría suspendida a unos tres metros de altura.
Una noche fui invitado a la casa del gobernador del caserío. Conversamos distintos asuntos hasta que nuevamente hizo su aparición la esfera luminosa. Le hice entonces una pregunta directa: ¿qué es esa esfera que brilla en la playa?.
Mi ocasional interlocutor sólo atinó a decirme de manera parca y hasta con un poco de mal humor: "No se meta en eso. Pertenecen a otro mundo".
Me sorprendió la respuesta. Conozco algo a los ribereños y sé que cosas del otro mundo llaman a los espíritus, fantasmas y esas cosas. ¿Fantasmas redondos y luminosos? No tenía sentido.
Durante mucho tiempo yo escuché historias sobre luces extrañas que aparecen en la selva, en la orilla de los ríos. Los ribereños son testigos de estos fenómenos, pero les otorgan poca importancia. Casi nunca es materia de conversación familiar o de amigos.
Como insistí en saber algo más sobre estas esferas brillantes, solicité al gobernador que me proporcionara un bote motor para ir a la playa.
El gobernador me miró extrañado y dijo: "Le aconsejo que no vaya. Puede no regresar".
Creo que finalmente la actitud del gobernador me infundió temor, pues ya no insistí sobre el asunto.
Mi permanencia en el río Napo se prolongó por espacio de cinco meses. Me movía con cierta periodicidad de un caserío a otro trabajando material periodístico para un diario. Y en distintos lugares, siempre al comenzar lar noche, pude observar este fenómeno. A veces estaban allí dos o tres esferas brillantes. Picó mi curiosidad el hecho de que todos los ribereños asumían la misma actitud frente al fenómeno: nadie quería acercársele ni nada por el estilo.
De tanto preguntar a uno y otro ribereño, recibí algunas contestaciones poco claras, como estas: "Esas esferas son ojos que nos observan desde puntos distintos, pero sólo en determinados meses del año. Especialmente aparecen en verano. En invierno (período de lluvias en la Amazonía) se los ve muy rara vez".
Y otro me dijo algo más sorprendente :"Tienen vida. Esos ojos brillantes hablan. Cuando los viajeros pasan muy cerca de la playa y paran por un momento, escuchan voces extrañas que no se entiende".
"Estos ojos no son de este mundo".
Pero, ¿de qué mundo son y qué hacen aquí? ¿Ojos del más allá, autómatas que espían largas temporadas sin ser molestados? ¿Energía cósmica concentrada? ¿Espejismos o alguna forma de vida desconocida? Puede ser cualquiera de estas cosas o algo distinto. Lo real es que nadie ha intentado acercarse a estos "ojos" y ver de cerca de qué están hechos.
De momento, sólo nos deja la impresión de que estamos constantemente vigilados. La ubicación que toman puede ser estratégica y parecen cubrir toda la Amazonía.
No existen referencias de que estos "ojos" hayan hostilizado a alguien. Aparentemente no hacen bien ni mal. Están allí solitarios e indiferentes.
Lo curioso de este fenómeno es su falta de movimiento. Las veces que hice observaciones, en ocasiones muy de cerca, no más allá de un centenar de metros, pude fijarme que permanecen inmóviles.
Hay otro detalle que debe tener una gran importancia: todas las esferas son blancas, de brillo intenso y del mismo tamaño. He observado hasta tres esferas juntas y no logré establecer diferencia alguna.
Este detalle sugiere que son programadas. Si no son formas independientes, tienen que ser necesariamente emitidas por algún medio físico, desde un lugar cercano o lejano, desde la superficie de la tierra o desde el espacio.
Nadie ha visto hasta ahora el momento en que hacen su aparición. Cuando de pronto uno mira hacia la playa ya están allí. Sería sumamente interesante tener la oportunidad de ver si la forma se va materializando poco a poco, de manera progresiva hasta alcanzar el tamaño aparente que tienen o si se hacen presentes tal como ya fueron observadas.
De ser espejismos u otros fenómenos parecidos, debido a cambios de temperatura o simple concentración de energía cósmica, no tendrían el mismo tamaño, la misma forma, el mismo color ni se caracterizarían todas las esferas por su carencia de movimiento.
Concluyendo, podemos decir que el espacio exterior en realidad nos es desconocido. De la misma manera que mirando la superficie del mar o del río nadie podría afirmar que los conoce, sucede lo propio con el espacio exterior y hasta con nuestra geografía.
Si estas esferas brillantes u "ojos" del mas allá son realmente emitidas desde algún aparato, bien pueden proceder del fondo del río de cavernas desconocidas o de cualquier otro punto de la Tierra.
Pueden ser los "ojos" del más allá, igual que ojos de aquí mismo.
Los ribereños hablan de ellos como "los ojos del más allá".
Dicen que no son de este mundo y quieren estar alejados de todo contacto humano.
Los "ojos del más allá" son del tamaño aparente de la luna llena.
Son esferas brillantes, de luz blanca intensa que visto de otro modo, sugieren una alta concentración de energía.
Vi esto por primera vez en abril de 1,965. El escenario fue una playa central (Chaupi Playa) en el río Napo.
Serían las 6.30 de la tarde cuando observé la esfera blanca en la playa. Calculando por la distancia que estaría suspendida a unos tres metros de altura.
Una noche fui invitado a la casa del gobernador del caserío. Conversamos distintos asuntos hasta que nuevamente hizo su aparición la esfera luminosa. Le hice entonces una pregunta directa: ¿qué es esa esfera que brilla en la playa?.
Mi ocasional interlocutor sólo atinó a decirme de manera parca y hasta con un poco de mal humor: "No se meta en eso. Pertenecen a otro mundo".
Me sorprendió la respuesta. Conozco algo a los ribereños y sé que cosas del otro mundo llaman a los espíritus, fantasmas y esas cosas. ¿Fantasmas redondos y luminosos? No tenía sentido.
Durante mucho tiempo yo escuché historias sobre luces extrañas que aparecen en la selva, en la orilla de los ríos. Los ribereños son testigos de estos fenómenos, pero les otorgan poca importancia. Casi nunca es materia de conversación familiar o de amigos.
Como insistí en saber algo más sobre estas esferas brillantes, solicité al gobernador que me proporcionara un bote motor para ir a la playa.
El gobernador me miró extrañado y dijo: "Le aconsejo que no vaya. Puede no regresar".
Creo que finalmente la actitud del gobernador me infundió temor, pues ya no insistí sobre el asunto.
Mi permanencia en el río Napo se prolongó por espacio de cinco meses. Me movía con cierta periodicidad de un caserío a otro trabajando material periodístico para un diario. Y en distintos lugares, siempre al comenzar lar noche, pude observar este fenómeno. A veces estaban allí dos o tres esferas brillantes. Picó mi curiosidad el hecho de que todos los ribereños asumían la misma actitud frente al fenómeno: nadie quería acercársele ni nada por el estilo.
De tanto preguntar a uno y otro ribereño, recibí algunas contestaciones poco claras, como estas: "Esas esferas son ojos que nos observan desde puntos distintos, pero sólo en determinados meses del año. Especialmente aparecen en verano. En invierno (período de lluvias en la Amazonía) se los ve muy rara vez".
Y otro me dijo algo más sorprendente :"Tienen vida. Esos ojos brillantes hablan. Cuando los viajeros pasan muy cerca de la playa y paran por un momento, escuchan voces extrañas que no se entiende".
"Estos ojos no son de este mundo".
Pero, ¿de qué mundo son y qué hacen aquí? ¿Ojos del más allá, autómatas que espían largas temporadas sin ser molestados? ¿Energía cósmica concentrada? ¿Espejismos o alguna forma de vida desconocida? Puede ser cualquiera de estas cosas o algo distinto. Lo real es que nadie ha intentado acercarse a estos "ojos" y ver de cerca de qué están hechos.
De momento, sólo nos deja la impresión de que estamos constantemente vigilados. La ubicación que toman puede ser estratégica y parecen cubrir toda la Amazonía.
No existen referencias de que estos "ojos" hayan hostilizado a alguien. Aparentemente no hacen bien ni mal. Están allí solitarios e indiferentes.
Lo curioso de este fenómeno es su falta de movimiento. Las veces que hice observaciones, en ocasiones muy de cerca, no más allá de un centenar de metros, pude fijarme que permanecen inmóviles.
Hay otro detalle que debe tener una gran importancia: todas las esferas son blancas, de brillo intenso y del mismo tamaño. He observado hasta tres esferas juntas y no logré establecer diferencia alguna.
Este detalle sugiere que son programadas. Si no son formas independientes, tienen que ser necesariamente emitidas por algún medio físico, desde un lugar cercano o lejano, desde la superficie de la tierra o desde el espacio.
Nadie ha visto hasta ahora el momento en que hacen su aparición. Cuando de pronto uno mira hacia la playa ya están allí. Sería sumamente interesante tener la oportunidad de ver si la forma se va materializando poco a poco, de manera progresiva hasta alcanzar el tamaño aparente que tienen o si se hacen presentes tal como ya fueron observadas.
De ser espejismos u otros fenómenos parecidos, debido a cambios de temperatura o simple concentración de energía cósmica, no tendrían el mismo tamaño, la misma forma, el mismo color ni se caracterizarían todas las esferas por su carencia de movimiento.
Concluyendo, podemos decir que el espacio exterior en realidad nos es desconocido. De la misma manera que mirando la superficie del mar o del río nadie podría afirmar que los conoce, sucede lo propio con el espacio exterior y hasta con nuestra geografía.
Si estas esferas brillantes u "ojos" del mas allá son realmente emitidas desde algún aparato, bien pueden proceder del fondo del río de cavernas desconocidas o de cualquier otro punto de la Tierra.
Pueden ser los "ojos" del más allá, igual que ojos de aquí mismo.